Cristina Abella (Barcelona, 1972), pintora y abogada, ha mostrado su obra en el continente europeo (Alemania, Francia, España, Italia, Reino Unido, Rusia y Suiza) y en Estados Unidos (Dallas, Los Ángeles, Miami y Nueva York).

 

Se encuentra obra suya en colecciones permanentes de museos como el LAM en Los Ángeles (Estados Unidos), en Real Alcázar de Sevilla y Grupo Hotusa (España), así como en prestigiosas colecciones privadas.

 

Ha recibido premios y reconocimientos por tener un sello absolutamente personal y fácilmente reconocible, además de por su trayectoria artística, en Argentina, Brasil, España, Italia y Uruguay.

 

Su biografía y obras han sido incluidas en libros, prensa especializada y suplementos de arte en revistas de moda como Vogue, la más influyente a nivel mundial en su sector.

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En sus últimos trabajos muestra su obsesión por las flores, como símbolo del renacer constante, de la belleza y de una buscada exaltación de la Naturaleza, a la que considera su maestra por ser fuente ilimitada de sabiduría y espiritualidad.

 

También suele jugar con mosaicos y formas curvadas inspiradas en la arquitectura catalana de Gaudí, parte esencial del ADN cultural de la ciudad de Barcelona, dando lugar a una obra innovadora, diferente, vibrante, luminosa e intrigante.

 

¿Podríamos estar delante de algo nuevo llamado POP TRASCENDENTE?